La verdad todo era muy subrealista, llevábamos meses sin ni siquiera mirarnos al cruzarnos por los pasillos, sin querer saber nada el uno del otro, hasta con algún empujón cuando nos hemos cruzado, y de repente ayer, parecía que nada de eso hubiera pasado. Parecía que volvíamos a estar en junio, la primera vez que discutimos cuando nos quedábamos mirando a metros de distancia pero ninguno se acercaba. ¿La diferencia? Ahí todavía éramos capaces de aguantarnos la mirada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario