domingo, 11 de enero de 2015

Hoy soy más fuerte

Hoy, mientras caminaba, tenía una extraña sensación que me decía que me iba a encontrar contigo. Aunque siendo sincera, todas las tardes que volvía caminando tenía la misma sensación. Pero hoy era distinto. Me daba igual encontrarme contigo, sentía que no me afectaría. Y mi intuición no se equivocaba. Al girar hacia la calle principal, ahí estabas tu, apoyando en uno de los blancos muros del hospital, algo despistado. Normalmente nos habríamos mantenido la mirada sin decir nada pero esta vez no fue así. Cuando te diste cuenta de mi presencia, pinté la mejor de mis sonrisas, puse la cabeza bien alta, subí a tope la música del Ipod  y pase por delante tuya, tarareando la canción que tanto me gustaba y que ahora salía por las auriculares entrando directamente por mis oídos. Y tu mientras me seguías con la mirada. Notaba tu mirada primero en mi nuca y luego en mi espalda. Y cuando doblé la esquina comprobé que tu mirada estaba puesta donde mi espalda deja de llamarse espalda. Pero me daba igual, seguí caminando hasta llegar a mi destino y notar que la gente me miraba y entonces me dí cuenta de que seguía cantando y había subido bastante el volumen. Pero me daba igual, igual que tu, ya no me importa lo que hagas, lo que digas o lo que mires. Ya no me importas tú. Porque hoy soy más fuerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario