martes, 14 de junio de 2016

Tu siempre llevarás ventajas en olvidar

Ha llegado el momento. Ese temido y maldito momento. El momento en el que tu mirada ya no se cruza con la mía, porque mientras yo no hago otra cosa que buscar tus ojos, tu estás ocupado mirando algo o alguien más interesante que yo. El momento en el que me doy cuenta de que no me buscas por los pasillos, que no te alteras si nos cruzamos y que solo consigo llamar tu atención si con mi torpeza me caigo y alguien grita. El momento en el que mi presencia no te inquieta, el momento en el que te da igual si estoy como si no. Te es indiferente si río o si lloro, si caigo o si me levanto. No te importa si rompo el corazón a alguien o me lo rompen a mi. Te da igual tanto si voy como si vengo, si entro o salgo, si canto o bailo. No te importa si me hacen daño, si estoy bien o si estoy mal. Simplemente, soy yo la que no te importa.
Y es que mientras yo estoy decidida en olvidarte, en cambiarte por otro loco que consiga sacarme una carcajada con cualquier chorrada, por otro que consiga quitarme todas y cada una de mis penas como hacías tu antes. Mientras yo decido que mis ojos no lloraran más por ti aunque se que esa promesa a mi misma pronto será incumplida. Mientras todo eso, tu me llevas años luz de ventaja, porque en el instante que decidí empezar a olvidarte, tu ya no recordabas nada de mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario