domingo, 19 de noviembre de 2017

Variación continua


Yo soy lunes,
Resultado de imagen de tumblr agendamañanas de café cargado, 
de ojeras, 
incluso de ojos cerrados.

Yo soy martes, 
el no pasar de las horas, 
el ruido de las manecillas del reloj, 
que a alguno incluso nos ahoga.

Yo soy miércoles, 
el conformismo propio, 
de la mitad de la semana
ese punto medio, entre amor y odio.

Yo soy jueves,
la ilusión por el mañana,
las idas y venidas,
las subidas y bajadas.

Yo soy viernes, 
la jornada expectante, 
que nos pide salir a gritos, 
la tarde, que pide que la canten. 

Yo soy sábado, 
sábado de carretera y concierto, 
de reír a carcajadas, 
de olvidar malos momentos. 

Y tú en cambio, eres domingo,
eres dormir hasta las doce, 
un buen libro en el Retiro, 
besarnos en el coche. 

Pero sin olvidarnos de la bipolaridad propia de este, 
eres también llorar entre recuerdos, 
película cutre de sobremesa, 
resaca e ibuprofeno. 

Por lo que si yo no tengo bastante con mi propios cambios, 
llegás tu, que eres variación continua y sin descanso. 

sábado, 4 de noviembre de 2017

Amor.

Todavía no tengo claro lo que es el amor.

Quizás sea es sensación en el estómago cuando tu mano roza mi brazo. Cuando me abrazas. Cuando te abrazo.

O puede que solamente sea seguir escribiéndote cada vez que necesito hablar con alguien. Aunque luego termine borrándolo todo. Sin ni siquiera darle al botón de enviar primero.

Resultado de imagen de tumblr love Alomejor es ese cosquilleo cuando nos miramos a los ojos mientras hablamos. Aunque sabes que yo solo soy capaz de aguantar unos pocos segundos antes de tener que apartar la mirada. Pero siempre sonriendo.

Tal vez sea pasar las noches en vela leyendo poesía o escuchando cantautores. Mientras intento contener las lágrimas.

Puede que sean esos momentos en los que no importan ni el pasado ni el futuro. Ni si truena o nieva. Los paseos eternos solo por encontrarnos, a treinta y cinco grados o a menos trece. No importa.

Probablemente pase mucho más tiempo hasta que tenga claro lo que es el amor. O puede que nunca lo sepa. Pero hasta entonces intentaré descubrir, como leí hace poco, si eso de que el amor puede con todo se refiere a capacidad o a destrucción.



jueves, 6 de julio de 2017

Italia: turismo y aprendizaje

Italia. Una semana. Amigos. Aprendizaje. Fotos. Risas. Llantos. Música. Abrazos.
En esas palabras se podría resumir mi viaje a la bella Italia.

Creo sinceramente que me ha dejado marcada de por vida por la cantidad de cosas que he aprendido.

Resultado de imagen para italiaHe aprendido que las cosas no son como parecen, que no debemos dejarnos llevar por las apariencias o por lo que dice la gente. Que a los que pintan de malos, no son tan malos. Y que por el contrario, los que parecían buenos eran los peores de todos.
He aprendido que puedes darte cuenta de ciertos sentimientos en cualquier lugar, en el momento más insospechado. Haciendo cola para ver una catedral, apunto de quedarte dormida en el autobús, saltando en una discoteca o incluso comiéndote un plato de espaguetis.
He aprendido a arriesgarme. A que si siempre espero que sea la otra persona la que de la iniciativa puede que haya cosas que no suceden jamás. Pero también que debes tener en cuenta que no siempre va a funcionar. Que unas veces, te arriesgas y pierdes, pero otras ganas mucho más de lo que te imaginabas. Y que las veces que pierdes, probablemente pierdes algo que ya no tenías.
He aprendido a llorar cuando lo necesite. En cualquier momento, en cualquier lugar. A soltar las cosas que hacen que no te sientas bien, a llorar durante más de cuarenta minutos seguidos y a descargar la rabia. A liberarme.
He aprendido que puedes estar sola en medio de un montón de gente. Saltando en una discoteca, rodeada de docenas de personas que saltan como tú, con música que odias resonando en tus oídos, con bebidas de grifo que solo saben a agua con azúcar, pegándote a gente a la que hace apenas cinco minutos no tocarías ni con un palo.
He aprendido que aunque no lo creas hay personas a las que les gusta como eres, y que en el momento más insospechado te lo van a hacer saber.
He aprendido que hay cosas que necesitan un punto y aparte, que no un punto final.
Y he aprendido, que todo, absolutamente todo, tiene algo bueno. Aunque sea algo pequeño, como una mirada, una sonrisa o un apretón en el hombro. Que lo único que hace falta es encontrar esas cosas buenas.